- Limpia tus anteojos: comienza limpiando el fondo de tus anteojos para eliminar el polvo, la suciedad o los residuos aceitosos. Utilice agua y jabón suave y séquelos con un paño suave para evitar que se produzcan más rayones.
- Aplicar vaselina: Tome una pequeña cantidad de vaselina en la yema del dedo o en un bastoncillo de algodón. Frótelo suavemente sobre el rayo con movimientos circulares. Asegúrate de cubrir todo el rasguño con una fina capa de vaselina.
- Elimina el exceso de vaselina: después de aplicar la vaselina, utiliza un paño de microfibra limpio para limpiar suavemente cualquier exceso. Tenga cuidado de no presionar demasiado, ya que no querrá quitar la vaselina del rasguño.
- Verifique los resultados: sostenga sus anteojos a contraluz para verificar si los rayos son menos visibles. La vaselina debería rellenar los rayones y hacer que parezcan menos notorios. Si aún hay rayos visibles, puedes repetir el proceso de aplicación para mejorar aún más.
Consejos adicionales
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