Trenza de hojaldre con jamón york y queso

Precalienta tu horno a 200°C (392°F) y forra una bandeja para hornear con papel pergamino.
Desenrolla la lámina de hojaldre en una superficie ligeramente enharinada. Si estás usando una lámina rectangular, puedes recortarla para que tenga un aspecto más cuadrado.
Coloca el jamón york en el centro de la lámina de hojaldre, dejando aproximadamente 5 cm de margen en cada lado.
Encima del jamón, coloca el queso en una capa uniforme.
Con un cuchillo afilado, haz cortes diagonales en la masa a lo largo de ambos lados de la mezcla de jamón y queso, como si estuvieras creando tiras. Asegúrate de que los cortes sean de aproximadamente 1,5 cm de ancho y que coincidan en ambos lados.
Luego, comienza a doblar alternativamente las tiras de hojaldre sobre el relleno, formando una trenza. Asegúrate de presionar ligeramente los extremos para sellar la trenza.
En un tazón pequeño, bate el huevo y usa un pincel de cocina para cepillar la trenza de hojaldre con el huevo batido. Esto le dará un bonito color dorado cuando se hornee.
Opcionalmente, esparce semillas de sésamo o amapola sobre la trenza para darle un toque extra de sabor y textura.
Transfiere la trenza a la bandeja para hornear preparada.
Hornea en el horno precalentado durante unos 20-25 minutos, o hasta que la trenza esté dorada y crujiente.
Retira del horno y deja enfriar durante unos minutos antes de cortarla en porciones individuales.

¡Disfruta de tu trenza de hojaldre de jamón york y queso! Puedes servirla caliente o a temperatura ambiente como aperitivo o merienda. ¡Buen provecho!

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